Nuestra historia

El Centro para la Promoción de los Derechos Humanos “Madeleine Lagadec”, conocido como CPDH “Madeleine Lagadec” es una Asociación No Gubernamental de Derechos Humanos que nace en El Salvador en 1992, después de la firma de los Acuerdos de Paz, que pusieron fin al conflicto armado que vivió al país entre 1980 y 1992.

Sus orígenes están vinculados al esfuerzo de un pequeño grupo de mujeres sobrevivientes del conflicto armado y su nombre rinde tributo a la enfermera francesa Madeleine Lagadec, quien fuera asesinada por el ejército salvadoreño el 15 de abril de 1989, durante un ataque a un hospital móvil, en un acto de clara violación de los convenios internacionales.

Desde sus orígenes, el CPDH se autodefine como una Asociación para la defensa y promoción de los Derechos Humanos que acompaña y facilita procesos con personas defensoras de los derechos humanos, familias y comunidades. Su rol ha sido que las personas estén empoderadas y que sean protagonistas de procesos que permitan el acceso a la justicia, la reconstrucción de la memoria histórica y la erradicación de la impunidad, lo cual sigue marcando su camino. Pero a partir de los cambios intergeneracionacionales el CPDH. Ha visto a bien tener a cuenta las nuevas demandas desde las comunidades mismas.

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MISIÓN

Somos una Asociación de promoción y defensa de los Derechos Humanos que acompaña y facilita procesos con enfoque generacional para que; personas, familias y comunidades se empoderen en el ejercicio de sus derechos, acceso a la justicia, desarrollo sostenible y reconstrucción de la memoria histórica para la lucha contra impunidad y construcción de una cultura de paz en El Salvador.

VISIÓN

Ser un referente nacional e internacional capaz de generar cambios sociales e incidir en los territorios vulnerables de El Salvador por medio del fortalecimiento organizacional y estratégico para la defensa, promoción de los DDHH, desarrollo sostenible, lucha contra impunidad y construcción de una cultura de paz.

LINEA DE TIEMPO HISTORIA DE CPDH

1992-1995: Documentación de violaciones a derechos humanos durante el conflicto armado.

Nace el Centro para la promoción de derechos humanos CPDH “Madeleine Lagadec” surge del valor de mujeres sobrevivientes del conflicto armado, con la misión de visibilizar la verdad oculta. Se lograron documentar 235 casos de graves violaciones a derechos humanos, incluyendo 200 ejecuciones extrajudiciales y 35 masacres de población civil. Entre ellas, la masacre de El Calabozo, donde más de 350 personas en su mayoría niños, mujeres y ancianos fueron asesinadas durante un operativo militar de “tierra arrasada”. Este trabajo, respaldado por testimonios y cooperación internacional, marcó el inicio de una lucha por la memoria, la justicia y la dignidad de las víctimas.

1996-2000: Exhumaciones y procesos formativos a defensores.

El CPDH “Madeleine Lagadec” impulsó 728 exhumaciones de víctimas del conflicto armado, construyó mausoleos y nichos conmemorativos en honor a las víctimas de múltiples masacres. Promovió la legalización de defunciones y gestionó partidas de nacimiento para más de 450 niños huérfanos. Además, formó a más de 2,000 promotores comunitarios en derechos humanos y creó escuelas comunitarias fortaleciendo la conciencia social y la defensa de los derechos en zonas afectadas. También acompañó procesos para que familiares accedieran al fondo de lisiados de guerra, reafirmando su compromiso con la memoria, la justicia y la paz.

2001-2006: Escuelas de capacitación sobre Derechos humanos

Durante este período, el CPDH “Madeleine Lagadec” consolidó uno de sus pilares fundamentales: la formación permanente en derechos humanos. Se crearon e implementaron escuelas comunitarias de capacitación dirigidas a líderes, lideresas, jóvenes y defensores locales, fortaleciendo sus capacidades para la promoción, defensa y exigibilidad de derechos en sus territorios. Estas escuelas fueron espacios de reflexión, empoderamiento y organización, donde se abordaron temas como justicia transicional, memoria histórica, equidad de género y construcción de paz. Este esfuerzo contribuyó a sembrar conciencia crítica en las comunidades y a formar redes locales comprometidas con la transformación social y la no repetición de las violencias vividas durante el conflicto armado.