CONMEMORACIÓN DE LOS 42 AÑOS DE LA MASACRE DEL LLANO DE LA RAYA, TECOLUCA.
El día 21 de junio de 2025 el CPDH "Madeleine Lagadec" acompañó a la Asociación de Víctimas de Tecoluca en la conmemoración de los 42 años de una de las masacres más crueles y terribles perpetradas contra la población civil durante los 12 años del conflicto armado en El Salvador: la masacre del Llano de la Raya.
En esta masacre, más de 750 personas civiles fueron asesinadas por fuerzas militares y paramilitares del Estado salvadoreño. Las víctimas eran, en su mayoría, campesinas y campesinos que buscaban huir del fuego cruzado, proteger a sus familias y resguardar la vida en medio de un conflicto que no eligieron. Fueron asesinadas mujeres, incluso embarazadas, niñas, niños, personas mayores y hombres trabajadores, todos y todas sin ningún vínculo con la lucha armada, y cuyo único "crimen" fue habitar una zona rural marcada por la pobreza y el abandono estatal.



Los relatos de las personas sobrevivientes narran escenas de terror indescriptible: comunidades enteras rodeadas, sin posibilidad de escapar; helicópteros ametrallando desde el aire; soldados disparando sin piedad; cuerpos lanzados a fosas comunes o dejados a la intemperie. Fue una operación sistemática, planificada, y ejecutada con la intención clara de sembrar el terror y exterminar a un sector vulnerable de la población. Esto no fue un accidente, ni un “error militar”, ni “daños colaterales”: fue un crimen de lesa humanidad.
El Llano de la Raya se convirtió en una tumba colectiva, en un símbolo de la brutalidad del aparato represivo de la guerra, pero también en un lugar de resistencia de la memoria. La masacre representa una herida profunda que sigue abierta, no solo por la magnitud del horror vivido, sino por la impunidad que persiste hasta el día de hoy. A 42 años de los hechos, el Estado salvadoreño sigue sin brindar justicia, verdad ni reparación integral a las víctimas y sus familias.
Desde CPDH "Madeleine Lagadec" reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la memoria histórica. Creemos que no puede haber paz sin justicia, ni reconciliación sin verdad. La negación del pasado, el silencio impuesto, y la indiferencia oficial, solo perpetúan el dolor de las víctimas y allanan el camino para que atrocidades como estas puedan repetirse.
Hacemos un llamado firme a las instituciones del Estado salvadoreño para que asuman su responsabilidad histórica, abran los archivos militares, investiguen a fondo estos crímenes, y garanticen procesos judiciales eficaces, con enfoque de derechos humanos, género y participación de las víctimas.
La memoria es resistencia. La memoria es dignidad. La memoria es justicia.
Recordar el Llano de la Raya no es anclarse al pasado; es un acto necesario de conciencia y compromiso para que, como sociedad, no volvamos a permitir el horror de la guerra ni la deshumanización del otro. Es también una promesa con las generaciones futuras de que la vida, la dignidad y los derechos humanos deben prevalecer siempre.



Porque mientras la memoria siga viva, las víctimas no estarán solas.