Durante muchos años, la migración en El Salvador ha sido un fenómeno de gran importancia a nivel nacional, y con el tiempo ha aumentado considerablemente. Se refiere a la acción que toman las personas en situaciones de vulnerabilidad debido a varios factores como la falta de empleo, la delincuencia, la violencia familiar, entre otros, con el propósito de mejorar su situación económica y personal. Este fenómeno tiene efectos significativos cuando implica el desplazamiento ya sea de forma temporal o permanente, tanto dentro del país (migración interna) como fuera de él (migración externa). La migración interna implica el traslado de personas o familias dentro del mismo territorio nacional, mientras que la externa se refiere al movimiento de individuos, conocidos como «emigrantes», a través de fronteras internacionales en busca de un destino mejor, enfrentando a menudo situaciones de alto riesgo que incluso pueden poner en peligro sus vidas.